Un evento magnífico aconteció la noche del viernes en ocasión del acto de
homenaje y adhesión al Día Internacional de la Mujer que realizó la
Municipalidad con la organización de la Secretaría de Cultura. El Salón
Blanco se colmó de asistentes que siguieron las alternativas de la programación
con un marcado interés y participación que dio el marco adecuado para vivir una
ocasión especial.
Se hallaba presente el Intendente municipal, Pablo Javier Zurro, acompañado de las responsables de área de Cultura, la Secretaria Andrea Mallaviabarrena y la Directora Laura Adriel junto a otros funcionarios y Concejales, reunidos en un hecho cultural que tuvo el marco de reconocimiento a una lucha histórica de la mujer por reivindicar sus derechos, el reconocimiento de la igualdad y el rechazo a toda forma de violencia de género.
Un atractivo especial tuvo la entrega de reconocimientos a mujeres destacadas por su actividad en la comunidad, las que fueron distinguidas con un presente floral, una medalla recordatoria y un certificado entregado por el intendente y las responsables de Cultura a cada una de ellas a medida que se anunciaba el motivo por las cuales se efectuaba el reconocimiento. Muy aplaudidas, fueron subiendo al escenario la revelación deportiva Antonela Zamora, la Sargenta de policía Yanina Andrea Segovia, La escritora María Eloísa Ragozza, Claudia Raquel Bordone, miniemprendedora de “Trapea’s”, la actriz teatral “Bocha” Pascual y la escritora Amalia Isabel Daibes, 6 mujeres que representan actividades destacadas en la comunidad y que año tras año se van sumando a los reconocimientos que efectúa el municipio.
El músico Pehuajense Martín Díaz, fue el encargado de presentar a la figura artística que cerró la noche y que cautivó con su interpretación a toda la sala. Así, con un espectáculo dedicado a grandes mujeres de la música denominado “Amadas mías”, Graciela Arenas, pianista y cantante, brilló con una exquisita selección de temas de Eladia Blázquez, Mercedes Sosa, Gal Costa, Ella Fitzgerald y Liza Minelli entre otras, haciendo gala de recursos vocales con un virtuosismo musical que arrancó vivas y aplausos entusiastas del público que la despidió de pie espontáneamente y con un claro reconocimiento de haber pasado una noche magnífica, destacando además el acompañamiento en armónica de su esposo, el músico Luis Uraga.
Una noche mágica, como lo definió Graciela Arenas al finalizar su espectáculo, que se tradujo en elogiosos comentarios del público a medida que se retiraba del Salón Blanco.
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